"SOBREVIVIR A PESAR DE TODO"
Detrás del sugerente título que despista un poco; incluso, puede hacer desistir de leer el libro se despliega el relato de un drama, con telón de fondo muy actual: El conflicto de tierras en el estado de Chiapas, México.
De una manera ágil, como “al descuido” con la cual pretende acercarse a las preferencias de los jóvenes lectores, el versátil autor catalán Jordi Serra i Fabra presenta a sus personajes en un entorno privilegiado, casi rayando con la irrealidad.
Isaac Soler, un joven estudiante de periodismo, recibe la notica del suicidio de su hermano Chema; exitoso reportero gráfico cuya vida se va desvelando en la medida en que el joven aspirante a periodista trata de desentrañar las verdaderas causas de la muerte del que había sido su modelo a imitar.
Se trata de una trama con tintes de novela negra que no termina de ser creíble y que a pesar de que busca la trascendencia no sólo a través de la historia central sino también por medio de la exposición de hechos de palpitante actualidad, se queda un poco corta.
El protagonista manifiesta sus sentimientos de manera ambigua; si habláramos en términos de arte dramático, podríamos decir que se trata de un mal actor. A Isaac las cosas le pasan y no parece acusar recibo. Salvo los pocos momentos en los que enfrenta su idea de Chema con la realidad del mismo, el joven parece inmune a cualquier emoción o situación por extrema que parezca.
Es tal su estado de shock, que hasta decide emprender un viaje de muchos kilómetros a un lugar donde no sabe muy bien qué encontrará pero lo más importante, tampoco sabe para qué va.

Con todo esto cabe destacar la limpia intención del protagonista y del versátil autor catalán Jordi Serra i Fabra por desentrañar la verdad que se esconde detrás de esta tragedia.
Primero, la situación que no es aislada y tampoco desconocida de los conflictos por el dominio de las tierras entre los indígenas y los colonos y luego la triste realidad de corrupción por ambición que contamina al fotógrafo y que, finalmente, lo conduce a la muerte.
Por encima de la decepción de Isaac al descubrir que su hermano también tenía un precio, estaba el reconocimiento de su debilidad; su vulnerabilidad.
La historia ya no es un cuento más sobre muertos y corrupción; es un testimonio sobre lo divino y lo humano que yace en cada uno de nosotros es, en fin, la respuesta a la pregunta que deambula por toda la obra: ¿Qué hace un hombre con un tenedor en una tierra de sopas? Lo supo Isaac, lo supimos los lectores: Aunque le pese, aunque crea que no puede, ese hombre para sobrevivir, tendrá que comer con la mano.
1 comentario:
Un placer pasar por tu casa,
si te gusta la poesía te invito a mi blog.
que tengas una feliz semana,
un abrazo.
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