Relato corto por uno de los asistentes al Taller de Animación Lectora "Ven a leer con nosotros"
Para Carmen ponerse en la piel de un cocodrilo es muy
difícil, su manera de ser no le permite interiorizarlo. De todas formas
hará un esfuerzo e intentará ponerse dentro de la piel de ese
animal. Si le permitís la licencia lo hará en forma de fábula y en clave de
humor.
Todos los viernes en su ciudad, hay mercado
extraordinario, ese día es "especial", comienza con los preliminares; se arregla
con esmero,y cuida con detalle la combinación de los colores de su
ropa, ¡bueno! lo más importante, coge su nuevo carro, su carro
rojo.
Lo que debían ser unas horas divertidas la mayoría de
las veces se convierten en una tortura para ella, pues el entorno de su querido
mercado se transforma en una jungla; gente al acecho de las
presas débiles.
Carmen (cocodrilo) pasea tranquilamente con su carro
rojo; en la jungla hay seres que empujan y le quitan las prendas de ropa de las
manos, mirándola descaradamente, sin pronunciar las veces que
sin querer, la empujan. A todo esto, están los "conocidos" que le cuentan dramas
o chismorreos que a ella ni le van ni le gustan, también están aquellos
"simpáticos" que le dicen: ¡estás más gorda! ¡qué desmejorada estás!
Carmen cansada de aguantar toda esta fauna, decidió irse
al mercado transformada de Carmen Cocodrilo, y como tal a partir de ese momento
cuando le empujan, da un buen coletazo, toda la fauna se aparta dejandole la
calle sólo para ella. Si le quitan alguna prenda de sus patas, enseña sus
colmillos, ante esto todos se van despavoridos.
A los que no tienen compasión con sus comentarios mal
intencionados, cambia de piel y así no la reconocen, pero eso sí, lo más
importante para ella, su carro, su querido carro rojo, pues en su interior
están sus pequeños tesoros, y para ello, los protege con los ojos amarillos de
los cocodrilos.
Carmen Roig
No hay comentarios:
Publicar un comentario