El Callejón de los milagros

Callejón de Midaq
La obra más difundida de Nagub Mahfuz, fue publicada en 1947, como parte de la “pentalogía realista”  que dio fama al autor egipcio.
El tema de los 5 títulos que hacen parte de este ciclo, se centra en la cotidianidad de las clases populares y la pequeña burguesía del Cairo.
El callejón de los milagros, es un acercamiento  al día a día de un rincón marginal de la gran metrópoli egipcia, el Callejón de Midaq durante la segunda guerra mundial.
La trama transcurre de manera lineal, casi siempre entre las “cuatro paredes” de este callejón, donde conviven personajes tan disímiles que parece casi un milagro que consigan vivir pacíficamente.
La estructura del libro permite, capítulo a capítulo, ir conociendo a cada uno de los personajes que hacen parte del entramado de ese “microcosmos”. Cada uno, con sus singularidades a veces chocantes, se muestra al lector para que sea éste y no otro, quien se construya una opinión hacia él.
Como el gran conocedor del Cairo que es, Naguib Mahfuz nos regala una rica paleta de colores para cada una de sus criaturas, así como también para los distintos escenarios en los que se desenvuelven. En la voz del narrador externo, el escritor nos guía por los laberintos fisicos y emocionales del Callejón.
Aquí todos tienen un anhelo, un sueño no realizado y la esperanza de los viejos ya ha muerto aunque no así la de los jóvenes que esperan y buscan salir de ese embrujo de tedio y pobreza en el que viven. Son ellos los que abren la historia, en una tentativa desventurada por volar del  nido y marcharse lejos, muy lejos. Por eso, se enfrentan a sus familiares pero el destino es implacable y pronto, sus historias los harán volver al nido.
Mientras los ingleses están en Egipto, reclutando jóvenes para enfrentar a los nazis en el coletazo final de la segunda guerra mundial lo que constituye la primera esperanza para los habitantes de la ciudad, de ganar mucho dinero, dos jóvenes de Midaq deciden alistarse. Las tensiones y el mal vivir son opacados por esta circunstancia y además, hay que decirlo, el propio instinto de supervivencia convierte a los habitantes del lugar en entes que tan pronto se sorprenden como olvidan los hechos más trascendentales que puedan suceder en este pequeño fragmento del Cairo.
Hamida, es la primera que no acepta su destino. Ella, empujada por su ambición y belleza, explota cada oportunidad que le ofrece la vida para escapar de la pobreza. Se deja seducir por Ibrahim Faraj, un elegante chulo que la convence para que se convierta en prostituta. Ella, logra con su huida romper la monotonía del barrio que se escandaliza por el comportamiento de la joven pero pronto relega el suceso al olvido. Sin embargo Abbas, el prometido de la chica, no puede dejarlo de lado cuando regresa de su reclutamiento y se entera de la desaparición del a muchacha. Cuando decide vengarse, se encuentra de frente con su destino un destino que a pesar de su violencia tampoco consigue zarandear las conciencias adormecidas de los habitantes del lúgubre callejón.
Otros personajes enriquecen el caleidoscopio de Mahfuz, completando este mundo que es como una pequeña muestra del mundo entero.
Fragmento del libro en arabe
En el café de Kirsha, y bajo la cada vez más disipada mirada de su propietario, los personajes masculinos aparecen como grises cuadros que han asumido su realidad tal y como les fue dada.
Kirsha sinembargo, esconde un secreto que cada cierto tiempo altera el hogar pues además de ser adicto al Hachís, no logra reprimir sus instinos homosexuales y desaparece con jóvenes a quienes atrae a su local para desesperación de su mujer y verguenza de su hijo Husain Kirsha, quien añora dejar el callejón para siempre porque intuye que la vida allí está estancada en el tiempo. Anima a Abbas, el amigo de infancia para que los dos se alisten en el ejército británico donde recibirán buenos sueldos y podrán así cumplir sus sueños. Pero para él todo este sueño termina pronto, ya que la guerra está en su tramo final y es despedido. Entonces, deberá regresar, amargado y sin dinero, al hogar paterno.
En esta pequeña sociedad,  la vida transcurre en cámara lenta; parece una visión del circunspecto Jeque Darwish, cliente, o más bien, elemento infaltable en el cafe.
Es un antiguo funcionario y profesor de inglés que un buen día decidió vivir sin trabajo y sin hogar y pasa los días sumido en sí mismo, despertando ocasionalmente para acotar con alguna palabra que siempre traduce al inglés y luego deletrea. Todos están acostumbrados a verle y no se sorprenden cuando sale de su estado para decir algo.
No falta el consejero espiritual:  Radwan Husaini, un laico creyente que ha perdido a todos sus hijos y ahora, pregona el Corán pues es su único consuelo. A el acuden los desesperados, los que no saben qué hacer.
Salim Alwan, es el único verdaderamente rico de allí, porque sus negocios van viento en popa, sinembargo los continuos excesos especialmente en la comida, quebrantan su salud lo que le impide casarse en segundas nupcias con la deseada Hamida. Está amargado y sufre porque es blanco de las burlas de sus vecinos. Junto a ellos, el doctor Bushi, odontólogo un tanto inmoral, el tio Kamil, propietario de la dulcería, la Señora Afifi, la típica viuda que quiere volver a casarse, Umm Hamida, madre adoptiva de Hamida, Yaada, y  Husniya, panaderos y Zaita el singular fabricante de mendigos, consituyen un coro magnífico de voces que colorean este libro




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