Ensayo:
MI PAIS INVENTADO
La definición de “nostalgia” que está ligada inevitablemente a la de pérdida, se pinta de colores, fantasmas y deliciosas anécdotas en esta diatriba cortísima y a la vez sustanciosa de la reconocida autora chilena.
Desde que lo leí por primera vez, “Mi país inventado” me pareció un libro terapéutico. Una especie de manual de autoayuda para desarraigados y escritores que de alguna manera siempre están buscando ese país, ese territorio inalcanzable que reside en su cabeza.
Nadie mejor que ella, Allende, quien desde que nació ha estado de aquí para allá en un mundo conflictivo y a la vez rico que ha inspirado sus historias, llenas de luz y buen humor, para hablar de la nostalgia que siente por su país… inventado.
En este libro, la autora dibuja un mapa subjetivo de su adorado Chile tal como lo recuerda y lo siente. Describe a sus compatriotas con desparpajo y picardía, criticando, sutilmente y a veces no tanto esa idiosincrasia demasiado conservadora de los chilenos.
Habla de su nacimiento en Perú, el retorno a los orígenes a corta edad y de la convivencia con los abuelos maternos quienes marcaron su forma de ser.
En cada uno de los diecisiete apartados que conforman la obra, Isabel Allende revela, unos paisajes, unas comidas, en fin el contexto en el que surgió su imaginario pues no niega que a pesar de haber vivido fuera del país muchos años, Chile está en ella, a su modo, claro.
Desde que lo leí por primera vez, “Mi país inventado” me pareció un libro terapéutico. Una especie de manual de autoayuda para desarraigados y escritores que de alguna manera siempre están buscando ese país, ese territorio inalcanzable que reside en su cabeza.
Nadie mejor que ella, Allende, quien desde que nació ha estado de aquí para allá en un mundo conflictivo y a la vez rico que ha inspirado sus historias, llenas de luz y buen humor, para hablar de la nostalgia que siente por su país… inventado.
En este libro, la autora dibuja un mapa subjetivo de su adorado Chile tal como lo recuerda y lo siente. Describe a sus compatriotas con desparpajo y picardía, criticando, sutilmente y a veces no tanto esa idiosincrasia demasiado conservadora de los chilenos.
Habla de su nacimiento en Perú, el retorno a los orígenes a corta edad y de la convivencia con los abuelos maternos quienes marcaron su forma de ser.
En cada uno de los diecisiete apartados que conforman la obra, Isabel Allende revela, unos paisajes, unas comidas, en fin el contexto en el que surgió su imaginario pues no niega que a pesar de haber vivido fuera del país muchos años, Chile está en ella, a su modo, claro.
3 comentarios:
Isabel Allende loghra en pocas palabras lo que a mi me llevaria la eternidad....lo mio no son las pabras, pero me reconosco en los sentimientos...muy buena tu exposicion...de esperar
Me gustó, aunque un poco largo el rollo (para mí), lo veo un poco mas fresco, te felicito.
a mi no me parece largo , me parece que esta bien
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